Así son los malagueños
(18/03/2024)
https://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2024/03/01/son-malaguenos-98842178.html
Los malagueños se desplazan sobre todo en coche, pagan más con tarjeta, están en contra del patinete, adoran el espeto pero cocinan mejor el gazpachuelo y al tomar café se piden un ‘mitad’ o una ‘nube’. Así se desprende de los resultados de la Encuesta Social Malagueña (ESMA 2023), realizada por el Centro de Investigación Social Aplicada (CISA) dependiente de la Universidad de Málaga (UMA). Para la encuesta se han realizado 1.253 entrevistas a personas censadas en Málaga capital o alguno de estos siete municipios del área metropolitana: Mijas, Fuengirola, Benalmádena, Torremolinos, Rincón de la Victoria, Alhaurín de la Torre y Cártama.
La hegemonía del coche
La hegemonía del coche sigue siendo una realidad.En tiempos en los que cada vez se recomienda más el transporte público al tratarse de la opción más sostenible, tres de cada cuatro entrevistados realiza en un vehículo privado los trayectos entre Málaga y su área metropolitana. Así, el 53,4% lo hace como conductor, el 20,5% como pasajero de un coche o furgoneta, el 19% en autobús, el 17% en tren, el 4,5% en moto, el 1,6% andando y el 0,8% en bici.
Y, al citar las dos razones principales por las que hace estos desplazamientos, un 60% cita el ocio o las compras; un 31% las visitas a familiares y amigos; un 20% el trabajo; un 8,5% la realización de gestiones administrativas; o un 3,2% los estudios que cursa.
Respecto a la frecuencia de estos viajes por Málaga y otras ciudades de sus alrededores, un 9% lo hace todos los días; un 14% varias veces en semana; un 11% una vez a la semana; casi un 20% varias veces al mes; un 32% de forma esporádica; y un 13% nunca.
En contra de los patinetes
Otro aspecto de la movilidad urbana que salta a la palestra es el uso de patinetes eléctricos en la ciudad de residencia de los encuestados. Y, en este caso, ganan los detractores ya que un 52% está en contra y un 39% a favor.
A su vez, se valora de forma positiva la restricción al tráfico del centro de la ciudad por la zona de bajas emisiones (55%), y un 57% está a favor de potenciar el uso de la bicicleta.
Se paga con tarjeta
La cada vez más frecuente ausencia de las monedas y los billetes en las rutinas cotidianas también queda patente en las respuestas de los malagueños.
El avance del dinero electrónico es confirmado por el 55% que ya paga con tarjeta sus compras inferiores a 30 euros, frente al 40% que lo hace en metálico. Y la distancia se multiplica cuando el importe supera esa cantidad. Entonces, ya son casi un 73% los que piden el datáfono para abonarlo mientras que sólo un 22% lo hace en efectivo.
Otros hábitos
Entre los resultados del estudio, también llama la atención en el último año que un 92,3% de entrevistados ha llevado su propia bolsa al supermercado; un 85,7% ha reducido el uso de plásticos y envases; un 65% ha reparado un mueble o electrodoméstico antes de comprar uno nuevo; y un 53% compra y consume alimentos ecológicos pese a ser más caro. A su vez, un 30% ha compartido coche para ir a trabajar o estudiar, un 26% ha comprado electrodomésticos o muebles de segunda mano y un 23% adquiere ropa usada.
Además, en relación al comportamiento de sus vecinos, los encuestados consideran que en torno a un 30% de ellos no recoge las cacas de sus perros; que más de la mitad le echa pocas veces o ninguna agua al pipí de los canes; y que la mitad de la gente no respeta la hora para tirar la basura ni el día indicado para tirar muebles y enseres.
En cambio, sí reconocen que son mayoría quienes separan la basura para reciclar o usan las papelera de la calle que quienes no acostumbran a hacerlo.
Espetos y gazpachuelo
No se descubre nada nuevo si se asegura que el malagueño, por lo general, adora el espeto. Esta encuesta lo confirma al ser situado como el plato que mejor representa a la gastronomía local en casi en el 70% de los casos, mientras que en segundo lugar estaría el gazpachuelo, con un 22%. Es, precisamente, este último el que saben cocinar mejor los entrevistados, y así es asegurado por un 34%. Le siguen la porra antequerana (28%) y el propio espeto, al que sólo alude un 9% dado el ‘ritual’ que precisa. Está claro que, en la mayoría de los casos, el malagueño prefiere que las sardinas se las pongan por delante en la mesa de un chiringuito. Situarse frente a ellas en la barca y elaborarlas no se lo plantea cualquiera.